jueves, 4 de julio de 2013

METODO LUZ

Su autora Alicia González Opazo, recibió su título de Profesora General Básica en 1924, de la Escuela Normal de Concepción, Chile. Creó su método  a partir de la década de los 30' y comenzó a aplicarlo en forma sistemática en 1933, hasta la fecha. Su vasta experiencia en el campo de la lecto-escritura, se demuestra en su trayectoria profesional de más de 70 años, 4l de los cuales dedicó exclusivamente al Primer Año Básico de enseñanza.

"Luz" es un método  único y novedoso en su género, pues, apartándose de todos los esquemas, tendencias y modelos actuales, ha presentado desde sus inicios, una total eficiencia en logros de objetivos, tanto con niños tratados en forma individual, como grupal, con sesenta alumnos o más. En otras palabras ningún niño beneficiado con el método  desde 1933, ha quedado sin aprender a leer y escribir y su aprendizaje se ha logrado en un tiempo asombrosamente breve, en comparación con los sistemas tradicionales actualmente vigentes.

Método luz versus métodos  tradicionales

Existen marcadas diferencias entre los métodos tradicionales y el método  Luz, que, en términos de resultados, explican la eficacia y la eficiencia de los modelos actuales, versus el que aquí se presenta, tal como se aprecia en el siguiente cuadro:

Modelos y métodos  Tradicionales
Método  Luz
Se parte enseñando palabras, frases e incluso oraciones, obteniéndose la letra que se desea enseñar de una palabra en particular, que comience con la letra en cuestión.
Se comienza enseñando las letras del abecedario, a través de identificar sus sonidos, tal como los pronunciamos. Una vez identificadas las letras, se empiezan a formar palabras con pleno sentido.
Se enseña generalmente el nombre de la letra y no su sonido. Puesto que se parte al revés, respecto de "Luz", el alumno nunca aprende apropiadamente los sonidos reales del alfabeto, con lo cual su modulación y pronunciación se van haciendo crecientemente deficientes y explica el estado actual de estas características en el chileno medio.
Inicialmente, nunca se enseña el nombre de la letra, sólo su sonido. Así, se adquiere una pronunciación y modulación apropiada desde el principio y los signos abstractos, se vuelven concretos. Sólo cuando el alumno ya adquirió la habilidad de la lectura, se puede enseñar el nombre de las letras. Esto se recomienda generalmente en el segundo grado de Básica.
Se enseña teniendo en cuenta cómo piensa el niño. Se aplica la relación figura-palabra, para reforzar la identificación y memorización de la palabra en cuestión y que luego eso permita identificar racionalmente, la primera letra de la palabra a enseñar, por su nombre.
Se enseña pensando en cómo aprende, cómo capta el niño, más que en cómo piensa, apelándose a procesos intuitivo-racionales, que inicialmente predominan por sobre los puramente racionales y facilitan el rápido aprendizaje.
Se enseñan las letras una por una, con ayuda de extensos y tediosos ejercicios, en una secuencia que explica la lentitud y complejidad del proceso lector. Luego, a un complicado diseño del proceso aludido, se une una cantidad de ejercicios que van desmotivando gradualmente al alumno, que termina privilegiando procesos de memorización, por sobre la compresión.
Las letras y sus correspondientes sonidos, se presentan al alumno todos de una vez; primero, todas las vocales y luego, todas las consonantes, lo que provoca una inmediata y natural interacción Maestro(a)-alumno a la formación de las primeras palabras y frases con sentido, lo que explica la rapidez con que aprenden todo tipo de alumnos.
Alumnos con problemas de aprendizaje, por ejemplo, dislexia, relativo a casos no clínicos o patológicos de retardo mental, en general, no aprenden, aún después de varios años, siendo derivados a escuelas especiales, asumiéndose que ya no aprenderán, por el concepto que se tiene de esa disfunción y donde se privilegia la enseñanza de manualidades en esos niños.
En este caso, todos los alumnos aprenden, incluso, los potencialmente disléxicos y aquéllos cuya disfunción se puede percibir y diagnosticar claramente, la cual desaparece durante el proceso lector, gracias a que aprenden a reconocer los sonidos de las letras y a identificarlas en forma segura e inolvidable, lo que les permite aprender en corto tiempo e integrarse al ritmo de aprendizaje del resto de sus compañeros.



Características, descripción del Sistema Luz de lecto-escritura y sus materiales didácticos 

"Luz" representa un salto conceptual en esta materia y representa una solución prácticamente infalible a prueba de demostraciones, tanto masivas o grupales, como personalizadas o individuales. La solución educativa está imponiendo nuevos paradigmas en desmedro de otros, obsoletos y arraigados en el tiempo, que retardan y retrasan toda la educación, como por ejemplo: que enseñar a leer con los métodos es un proceso único, simple, no complejo, que no requiere de una extremada especialización por parte de quien enseñe y del cual se obtienen resultados en corto tiempo; que la madurez intelectual para aprender a leer encuentra desde los dos o tres años. 

Con este método aprenden todos los niños y adultos en muy corto tiempo ya que se adapta perfectamente para pre-escolares desde los 3 a 4 años y se puede implementar de inmediato en su sala de clases o aplicarlo usted. misma en su casa. Se puede comenzar a enseñar los sonidos naturales seleccionados por "Luz" de las letras, desde los dos años. Asimismo, es irreemplazable para la enseñanza de adultos. 

Los niños desde que nacen están capacitados para el aprendizaje y los trastornos de aprendizaje que puedan aparecer, a no ser casos clínicos severos, mayormente suceden por aplicación de metodologías de enseñanza deficientes, que generan y agravan en algunos casos ciertos discapacidades, como la dislexia. Lo otro es que al niño se lo trate de adelantar artificialmente o se lo trate de abrumar y eso si puede causarle trastornos, pero normalmente cualquier niño puede ser estimulado tempranamente, con resultados que comienzan a ser reconocidos en todo el mundo cuando se les enseña adecuadamente.


METODO MONTESSORI


La educación Montessori cubre todos los períodos educativos desde el nacimiento hasta los 18 años brindando un currículo integrado.

El ambiente Montessori

El ambiente Montessori es un lugar amplio y abierto, ordenado, estético, simple, “real”, donde cada elemento tiene su razón de ser en el desarrollo del niño. El ambiente es proporcionado a la medida de los niños, con estanterías bajas y distintas medidas de mesas y sillas donde se sientan los niños individualmente o en grupos. La sala está subdividida en áreas temáticas donde se exponen los materiales y la bibliografía correspondientes y permite una gran libertad de movimiento. Los niños pueden trabajar en grupos o individualmente, respetando, de este modo, su propio estilo y ritmo. Cada niño utiliza el material que elige tomándolo de la estantería y devolviéndolo a su lugar para que pueda ser usado por otros. El ambiente promueve la independencia del niño en la exploración y el proceso de aprendizaje. La libertad y la autodisciplina hacen posible que cada niño encuentre actividades que dan respuesta a sus necesidades evolutivas.
La sala  Montessori reúne niños de tres edades distintas: menores de 3 años, de 3 a 6 años, de 6 a 9 años y de 9 a 13 años. Las “salas integradas” favorecen la cooperación espontánea, el deseo de aprender, el respeto mutuo y la incorporación profunda de conocimientos a través del ejercicio de enseñarle a otros.
El Niño
Maria Montessori observó que el niño pasa de la infancia a la adultez a través de 4 períodos evolutivos llamados “Planos del desarrollo”. Cada período presenta características radicalmente distintas de los otros, pero constituye los fundamentos del período sucesivo. Así “como la oruga y la mariposa son muy distintas en su aspecto y sus manifestaciones y, sin embargo la belleza de la mariposa es consecuencia de su vida en el estado de oruga, y no puede provenir de la imitación del ejemplo de otra mariposa. Para construir el futuro es necesario vigilar el presente. Cuanto más cuidamos las necesidades de un período, mayor éxito tendrá el período siguiente
El primer Plano del Desarrollo comienza con el nacimiento hasta los 6 años, está caracterizado por “la mente absorbente” del niño, la cual toma o absorbe todo los aspectos, buenos y malos, del ambiente que lo rodea, el lenguaje y la cultura. En el segundo plano, desde los 6 a los 12 años, el niño posee una “mente razonadora”, para explorar el mundo con su imaginación y pensamiento abstracto. En el tercer plano, de los 12 a los 18 años, el adolescente tiene una “mente humanística” deseosa de entender la humanidad y la contribución que él mismo puede hacer a la sociedad. En el último plano del desarrollo, desde los 18 a los 24 años, el adulto explora el mundo con una “mente de especialista” apropiándose de su propio lugar en él.

Materiales concretos

Los materiales Montessori fueron diseñados científicamente en un contexto experimental dentro de la sala, prestando especial atención al interés de los niños según la etapa evolutiva en que se encuentran y con la convicción de que la manipulación de objetos concretos ayuda al desarrollo del conocimiento y del pensamiento abstracto.

Estos materiales permiten a los niños investigar y explorar de manera individual e independiente. Posibilitan la repetición, lo que promueve la concentración. Tienen la cualidad de “aislar las dificultades”, es decir, cada uno introduce una única variable, un solo concepto nuevo, aislándolo y dejando los demás conceptos sin modificar. Los materiales tienen “control de error”: es el mismo material que le mostrará al niño si lo usó correctamente. De este modo los niños saben que el error forma parte del proceso de aprendizaje, logran establecer frente a él una actitud positiva, se hacen responsables de su propio aprendizaje, y desarrollan confianza en sí mismos.
El Adulto
La maestra Montessori, llamada “guía”, observa a cada niño, sus necesidades, capacidades e intereses y le ofrece oportunidades de trabajo inteligente, con un propósito concreto al servicio del cuidado de sí mismo y de la pequeña comunidad que es el aula. El objetivo final de la guía es intervenir cada vez menos a medida que el niño se desarrolla. La guía le permite actuar, querer y pensar por sí mismo, ayudándolo a desarrollar confianza y disciplina interior. La guía Montessori no imparte ni premios ni castigos, la satisfacción es interna y surge del trabajo personal del niño.

Cuando el niño, según su desarrollo evolutivo, está listo para una lección, la guía introduce el uso de nuevos materiales y presenta actividades de forma individual o a grupos reducidos. En los años más avanzados, cada niño confecciona al comienzo de la semana una lista de objetivos y luego administra su tiempo durante la semana de forma de cumplirlos. No es la guía sino el niño mismo el responsable de su propio aprendizaje y desarrollo.

El Currículo Montessori

Desde el nacimiento hasta los 3 años: Durante los primeros tres años de la vida del niño se sientan las bases para su futuro desarrollo. Montessori denomina a este período como el del “embrión espiritual”, durante el cual realiza en la esfera psicológica lo que el embrión realizó ya en la esfera física. Este proceso se logra gracias a la “mente absorbente” del niño que incorpora experiencias, relaciones, emociones, imágenes, lenguaje, cultura, a través de sus sentidos y por el simple hecho de vivir. Estas experiencias de vida dan forma a su cerebro, formando redes neuronales que tienen el potencial de permanecer con la persona toda su vida. En esta etapa del nacimiento a los 3 años, la educación Montessori se concentra en el desarrollo del habla, el movimiento coordinado y la independencia, que le dan confianza al niño, le permiten descubrir su propio potencial y su lugar dentro de una comunidad.
El currículo en el aula de 3 a 6 años se divide en cuatro áreas de trabajo:
Vida Práctica, Sensorial, Lenguaje y Matemática
De los 6 a los 12 años

El Currículo en el aula de 6 a los 12 años presenta una visión histórica, evolutiva e integrada del conocimiento y del desarrollo humano. Incluye cinco Grandes Lecciones o lecciones fundamentales a partir de las cuales se desarrollan estudios específicos en distintas áreas. Las lecciones están diseñadas para despertar la imaginación, la curiosidad y la admiración por la capacidad creativa e innovadora del espíritu humano.

miércoles, 3 de julio de 2013

4° DIFICULTAD "LENGUAJE ORAL"



LENGUAJE ORAL 

El alumnado con «Dificultades específicas de aprendizaje del lenguaje oral» manifiesta de manera precoz, una alteración de las pautas normales del desarrollo del lenguaje oral. Estas dificultades comprenden los trastornos del lenguaje expresivo, del lenguaje receptivo-expresivo, y de procesamiento de orden superior (léxico-sintáctico y semántico-pragmático). Además, ha de presentar un desfase en el desarrollo normal del lenguaje oral con pruebas estandarizadas. Aunque el escolar pueda ser capaz de comprender y comunicarse en ciertas situaciones muy familiares más que en otras, la capacidad de lenguaje es deficitaria en todas las circunstancias. Esta dificultad no se debe a anomalías neurológicas o de los mecanismos del lenguaje, ni a deterioro sensorial, discapacidad intelectual o factores ambientales. Consideramos que un alumno o alumna presenta dificultades específicas de aprendizaje del lenguaje oral cuando, además de darse las condiciones anteriores y después de haber sido sometido a programas de intervención, muestra resistencia a la mejora de las habilidades lingüísticas.



Si bien los problemas con el lenguaje oral se pueden empezar a manifestar a lo largo de la etapa infantil y primer curso de Educación Primaria, el inicio del proceso de detección debe llevarse a cabo una vez se haya constatado el desfase de, al menos, dos años en el lenguaje oral respecto a los alumnos y alumnas de su misma edad. El proceso de identificación debe iniciarse con el alumnado detectado a partir de los seis años después de haber sido sometido a programas de mejora del lenguaje oral sin alcanzar la competencia curricular propia de su edad. 








3° TIPO DE DIFICULTAD "CÁLCULO ARITMÉTICO O DISCALCULIA"


CÁLCULO ARITMÉTICO O DISCALCULIA












El alumnado con «Dificultades específicas de aprendizaje en cálculo aritmético o discalculia» es aquel que tiene un desfase curricular en el área o materia de matemáticas y, específicamente, en los contenidos relacionados con el cálculo y razonamiento aritmético. Además, ha de mostrar un bajo rendimiento en pruebas estandarizadas, en el cálculo operatorio de adición, sustracción, multiplicación y división, y en ocasiones en la comprensión de problemas verbales aritméticos. Asimismo, esta dificultad es específica en las áreas y materias curriculares que demandan de manera prioritaria el uso de los procesos de cálculo y razonamiento aritmético, y no en aquellas otras donde la actividad aritmética no es tan relevante. Del mismo modo, esta dificultad no se debe a una escolarización desajustada, ni tampoco a desequilibrios emocionales, dificultades en la visión o audición, retraso intelectual, problemas socioculturales o trastornos del lenguaje oral. Además, no suele presentarse con dificultades en la lectura o escritura. Se considera que un alumno o alumna tiene dificultades específicas de aprendizaje del cálculo o discalculia cuando, después de someterse a programas de intervención, muestra resistencia a la mejora de los procesos de cálculo y además presenta las condiciones anteriores. 




Un alumno o alumna se identifica con las «Dificultades específicas de aprendizaje en aritmética o discalculia» cuando muestra los siguientes indicadores: un bajo rendimiento en tests estandarizados de cálculo respecto al curso que le correspondería por edad, con un percentil inferior a 25 en tareas de resolución de algoritmos, una competencia curricular en aritmética de, al menos, dos cursos escolares por debajo de su edad cronológica, así como un rendimiento normal mediante pruebas estandarizadas de lectura y escritura, salvo que el bajo rendimiento se deba a una dislexia o a una disgrafía; además de un cociente intelectual superior a 80 en test de inteligencia general. Después de constatados los criterios anteriores, el escolar podría presentar, en ocasiones, un percentil inferior a 50 en pruebas estandarizadas de tareas de resolución de problemas verbales aritméticos.

2° TIPO DE DIFICULTAD "ESCRITURA O DISGRAFÍA"


ESCRITURA O DISGRAFÍA



El alumnado con «Dificultades específicas de aprendizaje en escritura o disgrafía» es aquel que manifiesta un desfase curricular en el área o materia de Lengua Castellana y Literatura y, específicamente en los contenidos relacionados con la escritura. Suele mostrar en pruebas estandarizadas, un bajo rendimiento en los procesos léxicos que intervienen en la escritura. Este alumnado se caracteriza por dificultades en la representación grafémica de palabras aisladas que, generalmente, reflejan habilidades insuficientes de procesamiento fonológico u ortográfico. Asimismo, esta limitación es específica en las áreas y materias curriculares que demandan de manera prioritaria el uso de los procesos de escritura, y no en aquellas otras en la que la actividad escrita no es tan relevante. Esta dificultad no se debe a una escolarización desajustada ni a desequilibrios emocionales, dificultades en la visión o audición, retraso intelectual, problemas socioculturales o trastornos del lenguaje oral. Además, podrían presentarse problemas asociados a la lectura. Asimismo, la falta de automatización de los procesos léxicos interfiere en actividades que requieren la escritura de frases gramaticalmente correctas, de párrafos organizados y de textos escritos estructurados. Se considera que un alumno o alumna tiene dificultades específicas de aprendizaje en escritura o disgrafía cuando, después de someterse a programas de intervención, muestra resistencia a la mejora de los procesos de escritura y además presenta las condiciones anteriores. 



Un alumno o alumna se identifica con las «Dificultades específicas de aprendizaje en escritura o disgrafía» cuando muestra los siguientes indicadores: un bajo rendimiento en test estandarizados de escritura respecto al curso que le correspondería por edad, con un percentil inferior a 25 en tareas de dictado de palabras que contienen sílabas cuyos sonidos corresponden a más de una letra, o un percentil inferior a 25 en la tareas de dictado de pseudopalabras , o presenta un percentil inferior a 25 en tareas de dictado de palabras de ortografía arbitraria reglada o no reglada correspondientes a su nivel escolar; una competencia curricular en escritura, al menos dos cursos escolares por debajo de su edad cronológica, y podría presentar también problemas asociados a la lectura, así como un rendimiento normal mediante pruebas estandarizadas de lectura y cálculo, salvo que el bajo rendimiento se deba a una dislexia o a una discalculia; presenta un cociente intelectual superior a 80 en tests de inteligencia general. Después de constatados los criterios anteriores, el escolar podría presentar, en ocasiones, un percentil inferior a 50 en pruebas estandarizadas en expresión escrita, esto es, la escritura de frases gramaticalmente correctas, de párrafos organizados y de textos escritos estructurados. 




1° TIPO DE DIFICULTAD "LECTURA O DISLEXIA


LECTURA O DISLEXIA 



El alumnado con «Dificultades específicas de aprendizaje en lectura o dislexia» es aquel que manifiesta un desfase curricular en el área o materia de Lengua Castellana y Literatura y, específicamente, en los contenidos relacionados con la lectura. Suele mostrar en pruebas estandarizadas, un bajo rendimiento en los procesos léxicos que intervienen en la lectura. Este alumnado se caracteriza por tener dificultades en la descodificación de palabras aisladas que, generalmente, reflejan habilidades insuficientes de procesamiento fonológico. Asimismo, esta limitación es específica en las áreas o materias curriculares que demandan de manera prioritaria el uso de los procesos lectores, y no en aquellas otras donde la actividad lectora no es tan relevante. Esta dificultad no se debe a una escolarización desajustada ni a desequilibrios emocionales, dificultades en la visión o audición, retraso intelectual, problemas socioculturales o trastornos del lenguaje oral. Del mismo modo, estos problemas se pueden manifestar en la escritura, observándose notables dificultades en la adquisición de la ortografía y del deletreo. De la misma manera, la falta de automatización de los procesos léxicos impide una adecuada fluidez, lo que puede contribuir a una deficiente comprensión lectora. Se considera que un alumno o alumna tiene dificultades específicas de aprendizaje en lectura o dislexia cuando, después de someterse a programas de intervención, muestra resistencia a la mejora de los procesos lectores y además presenta las condiciones anteriores.


Un alumno o alumna se identifica con las «Dificultades específicas de aprendizaje en lectura o dislexia» cuando muestra los siguientes indicadores: una competencia curricular en lectura con un retraso de dos cursos, al menos, respecto al nivel que le correspondería por su edad cronológica, además de problemas asociados a la adquisición de la ortografía y al deletreo, así como un rendimiento normal mediante pruebas estandarizadas de escritura y cálculo, salvo que el bajo rendimiento se deba a una disgrafía o discalculia; este alumnado acredita un cociente intelectual superior a 80 en tests de inteligencia general; un bajo rendimiento en tests estandarizados de lectura respecto al curso que le correspondería por edad, con un percentil inferior a 25 en lectura de pseudopalabras, o un percentil mayor o igual a 75 en tiempos de lectura de palabras o pseudopalabras. Después de constatados los criterios anteriores, el escolar podría presentar, en ocasiones, un percentil inferior a 50 en pruebas estandarizadas de comprensión lectora.

DEA " DIFICULTADES ESPECÍFICAS DE APRENDIZAJE.

       Dificultades específicas de aprendizaje – DEA


Se considera que un alumno o alumna presenta necesidades específicas de apoyo educativo por «Dificultades específicas de aprendizaje» cuando muestra alguna perturbación en uno o más de los procesos psicológicos básicos implicados en el empleo del lenguaje hablado o escrito. Estas alteraciones pueden aparecer como anomalías al escuchar, hablar, pensar, leer, escribir o al realizar cálculo aritmético. Aunque las DEA pueden presentarse simultáneamente con la discapacidad intelectual, sensorial o motora, con el trastorno emocional o con influencias intrínseca  como problemas socioculturales o escolarización desajustada, no son el resultado de estas condiciones o influencias.
Si bien los problemas con la lectura, con la escritura y con el cálculo aritmético se pueden empezar a manifestar a lo largo del segundo curso de Educación Primaria o incluso antes, el inicio del proceso de detección debe llevarse a cabo una vez constatado el desfase curricular respectivo en la lectura, escritura y cálculo, indicado anteriormente, en relación a los escolares de su misma edad. El proceso de identificación debe iniciarse con el alumnado detectado después de haber sido sometido a programas de mejora tanto en lectura como en escritura o cálculo, sin alcanzar la competencia curricular propia de su edad.

viernes, 7 de junio de 2013

TRASTORNO DEL APRENDIZAJE.

TRASTORNOS DEL APRENDIZAJE.


¿Qué es un trastorno del aprendizaje?

Quizás tu niño sea muy inteligente y siempre tenga curiosidad sobre todo lo que hay a su alrededor. Sin embargo, si es evidente que tiene problemas para hablar, leer o aprender matemáticas, es posible que tenga un trastorno del aprendizaje. Las discapacidades del aprendizaje abarcan todo un espectro de trastornos que afectan la forma en que el cerebro procesa la información. Eso hace que el entender algunos conceptos resulte difícil. Este tipo de trastorno puede ser leve o grave. 

La mayoría de los niños con trastornos del aprendizaje tienen una inteligencia normal o superior al promedio. Sin embargo, se les dificultan determinadas áreas de aprendizaje. Quizás les sea fácil reconocer las letras del alfabeto de manera individual pero les resulte confuso agruparlas para leer. O tal vez no puedan solucionar un simple ejercicio de matemáticas.
Debido a que los niños con trastornos del aprendizaje tienen mucha dificultad para aprender ciertas cosas, a menudo se sienten frustrados, enojados y deprimidos. Por lo tanto, es común que no se sientan bien consigo mismos. En muchas ocasiones, saben muy bien lo que quieren decir, escribir y hacer. Pero les es muy difícil lograr sus objetivos. 
¿Cuáles son las causas de los trastornos del aprendizaje?

La mayoría de los especialistas creen que los trastornos del aprendizaje son el resultado de problemas neurológicos leves que afectan la forma en que el cerebro recibe, interpreta y envía la información. Los científicos aún no tienen muy claro qué causa este trastorno. Sin embargo, muchos creen que este padecimiento se debe a pequeñas anomalías en el desarrollo del cerebro. Estas anomalías parecen ser un factor común en las familias de niños con trastornos del aprendizaje, lo cual sugiere que puede existir una vinculación genética. 

Este trastorno también puede ser una consecuencia de una madre que usó drogas y bebió alcohol durante el embarazo. Otros factores pueden incluir graves problemas durante el parto y nacimiento.
¿Son comunes los trastornos del aprendizaje?

Es difícil decirlo con exactitud porque el diagnóstico de estos trastornos es muy controvertido. Muchos especialistas dicen que este trastorno se diagnostica más de lo que se debería, y sostienen que sólo en casos extremos debe hacerse un diagnóstico formal. 

Expertos en el tema explican que ningún cerebro funciona a la perfección y que los niños aprenden a distintos ritmos. Asimismo, afirman que muchos problemas, que a menudo se identifican como síntomas de este trastorno, se resuelven solos con el transcurso del tiempo. No obstante, otros especialistas creen que es importante detectar y tratar, a una edad temprana, cualquier problema de aprendizaje por más leve que sea, para que el niño reciba la ayuda necesaria. 

El Instituto Estadounidense Nacional de Salud, estima que 2,7 millones de niños en edad escolar (o alrededor de un 6 por ciento de los niños de esta edad) tienen un trastorno del aprendizaje. Un niño puede presentar un solo tipo de discapacidad o una combinación de varias. Debido a que este trastorno es difícil de diagnosticar, es recomendable que te armes de información y busques varias opiniones antes de tomar alguna medida. 
¿Cuáles son los trastornos del aprendizaje más comunes y cómo es posible detectarlos?

Los trastornos del aprendizaje generalmente se agrupan en tres categorías: 

• Trastornos del habla. 
• Problemas con la capacidad de leer, escribir y aprender alguna materia, como por ejemplo, matemáticas. 
• Y una serie trastornos como los problemas de coordinación, motricidad o memoria. 

Algunas veces es evidente que un niño presenta un determinado tipo de discapacidad, tal como la dislexia o la discalculia, que son trastornos que afectan la capacidad de leer y aprender matemáticas, respectivamente. Pero también pueden presentar una combinación de distintos trastornos. Es muy común que los niños con discapacidades del aprendizaje tengan problemas para seguir instrucciones, quedarse quietos y cumplir con determinadas tareas. Además puede ser que tropiecen a menudo. 

Muchas personas confunden los trastornos por déficit de atención con los trastornos del aprendizaje. Pero los trastornos de atención, caracterizados por distracciones frecuentes e hiperactividad, no son trastornos del aprendizaje. Son un problema diferente, que también se asocia con pequeñas anomalías en el cerebro. Sin embargo, a veces ambos problemas ocurren simultáneamente. Se estima que entre el 25 y 35 por ciento de los niños con trastornos del aprendizaje también sufren de trastornos por déficit de atención. 
¿Cómo y cuándo se diagnostica?

Los trastornos del aprendizaje se diagnostican generalmente cuando los niños cursan los primeros años de la escuela, a medida que aprenden a hablar, leer y a escribir. Los maestros son, por lo general, los primeros en darse cuenta cuando hay un problema. Pero un verdadero diagnóstico requiere la evaluación formal de un especialista, preferentemente un sicólogo pediatra, un pediatra especializado en neurodesarrollo o un siquiatra con experiencia en el área. Estos estudios, por lo general, no se hacen hasta los 5 ó 7 años de edad y se repiten a medida que el niño crece. Generalmente las escuelas o los médicos sugieren hacerle un diagnóstico al niño. Incluso si se identifica un problema antes de esa edad, los especialistas por lo general coinciden en que es imposible obtener conclusiones firmes en niños pequeños, ya que sus estilos y ritmos de aprendizaje varían mucho. 
Una vez que se diagnostica la discapacidad, ¿cómo puedo ayudar a mi hijo?

Una vez que se hace el diagnóstico oficial, los niños con trastornos del aprendizaje habitualmente pueden participar en programas de educación gratuita a través de las escuelas públicas. Dichos programas son avalados por las leyes estatales y federales de EE.UU. sobre discapacidad. Esto podría incluir terapia del habla física y ocupacional (para mejorar la motricidad). Hay escuelas privadas especiales para niños con discapacidades de aprendizaje pero suelen ser costosas. 

Los trastornos del aprendizaje duran toda la vida. No obstante, se puede hacer mucho para ayudar a que tu niño compense la discapacidad y aprenda a trabajar en torno a ese problema. Muchas escuelas y educadores han desarrollado métodos especiales de enseñanza y planes de estudio adaptados a las necesidades de niños con este tipo de discapacidad. Los niños con discapacidades de aprendizaje pueden aprender y, de hecho, lo hacen. 

Además es crucial atender las necesidades emocionales o sicológicas del niño. Los niños con trastornos del aprendizaje regularmente se sienten destinados al fracaso. Muchos papás, maestros y especialistas coinciden en que es importante enfatizar los puntos fuertes del niño y no poner demasiado énfasis en su discapacidad. Todos los niños tienen talentos y habilidades naturales. Un niño que tiene dificultad para aprender a leer quizás dibuje maravillosamente o escriba bellos poemas. Los niños con discapacidades del aprendizaje necesitan muchos halagos y oportunidades para que se puedan lucir. Esto le ayudará a alimentar su autoestima. 

Criar a un niño con este problema es estresante y puede afectar a los padres y a sus hermanos. Es común que los hermanos de un pequeño que tiene esta discapacidad, se sientan celosos de él, porque sienten que recibe toda la atención de sus padres. 

Muchas familias encuentran apoyo en grupos de ayuda o a través de asistencia sicológica. Numerosas organizaciones ofrecen una amplia gama de servicios para tratar los trastornos del aprendizaje, desde información educativa y salas de chat en línea hasta asistencia sicológica. La agencia de servicios sociales de tu condado, el distrito escolar al que pertenecen o tu médico pueden brindarte una lista de organizaciones que te pueden ayudar.

VIDEO "LAS NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES" (NEE)

TRATAMIENTO

¿Cuál es el tratamiento?


Hay tres opciones: Terapia familiar, terapia de la conducta y medicamentos. La mayoría de expertos en este campo, sostiene que la terapia familiar y la terapia de la conducta son suficientes para tratar a los niños que padecen de TDAH. 


La terapia familiar, algunas veces llamada "capacitación para padres", es una de las mejores maneras de tratar el TDAH. Te ayudará a aprender a manejar tu propia frustración con el comportamiento de tu hijo y a criarlo con un enfoque positivo y consistente. Asimismo, te ayudará a replantearte las expectativas que tienes de él. 

La terapia de la conducta puede enseñarte a estructurar ciertas situaciones en tu casa y en la escuela para que tu niño no esté expuesto a distracciones o estímulos innecesarios. 

Los medicamentos para el TDAH generalmente no se recetan a niños menores de 6 años, aunque algunos están aprobados para niños mayores de 3 años. Los más recetados son los fármacos estimulantes como metilfenidato (mejor conocido por su marca, Ritalin) y dextroanfetamina (Dexedrine). Los investigadores creen que estos medicamentos ayudan a regular los niveles de neurotransmisores en el cerebro. Ambos medicamentos se ofrecen en dos formulaciones, una de acción corta (dos a cuatro horas) y una de acción más prolongada (seis a 10 horas). 

Es importante que tengas presente que el trastorno por déficit de atención e hiperactividad es un término relativamente nuevo. Es común que hoy en día, algunos temas relacionados a este trastorno figuren en los medios de comunicación. Los investigadores continúan en la búsqueda de tratamientos para tratar este padecimiento. Pero a medida que surjan nuevos estudios sobre el TDAH, quizás tus amigos o familiares quieran sugerirte lo que debes hacer para tratar a tu hijo. 

La mejor forma de evitar ansiedad y confusión, es hablar con el pediatra o el terapeuta de tu hijo. Ellos te ayudarán a identificar las soluciones más apropiadas para él.

CAUSAS DEL TDAH



¿Cuáles son las causas del TDAH?




Aunque existe un importante número de investigaciones al respecto, aún quedan muchas preguntas sin responder. La mayoría de los investigadores sostienen que el TDAH es, en parte, genético. Algunos estudios demuestran que si un niño padece de TDAH, la posibilidad de que un hermano también tenga esa enfermedad, es del 20 al 25 por ciento, o cinco veces mayor que en la población general. 


Es posible que además exista un factor neurológico. Se cree que las personas con TDAH han heredado una incapacidad física para regular los niveles de ciertas sustancias químicas en el cerebro tales como la dopamina y la norepinefrina. Y los investigadores han revelado que los niños con TDAH tienen entre 3 y 4 por ciento menos de volumen en todas las zonas del cerebro comparados con niños que no padecen esta enfermedad. Además tienen menos sustancia blanca (las fibras que conectan las áreas del cerebro). Antes que existieran tantos estudios sobre este padecimiento, los investigadores afirmaban que los trastornos de atención los causaban pequeñas lesiones en la cabeza o daños menores en el cerebro. No obstante, la gran mayoría de las personas con TDAH no tienen antecedentes de lesiones en la cabeza o daño cerebral.



El consumo de cigarrillos y alcohol durante el embarazo también puede contribuir a que los bebés desarrollen este padecimiento. 


Lo cierto es que existe mucha confusión en cuanto a esta enfermedad. Muchos creen que el TDAH está vinculado con el azúcar refinado, los aditivos de los alimentos y las vacunas. No obstante, los estudios más recientes no revelan ninguna vinculación entre esos factores y el TDAH. 


Además el TDAH no se debe al trato que le dan los papás a sus hijos, ni a problemas familiares o a una educación deficiente. Tampoco tiene nada que ver con el exceso de televisión. Cabe la pena señalar que el entorno en el que se desarrolla el niño no es una causa directa de este padecimiento. Sin embargo, el entorno puede empeorar la gravedad del trastorno y afectar la manera en que un niño enfrenta su condición y vive con ella.

TADH: UN PROBLEMA FAMILIAR.

SINTOMAS DEL NIÑO CON "TDAH."


¿Cuáles son los síntomas?



Pueden variar de un niño a otro. Los especialistas han identificado tres tipos principales de TDAH: TDAH inatento (es decir, trastorno de déficit de atención, anteriormente conocido como TDA o ADD por sus siglas en inglés); TDAH hiperactivo-impulsivo; y TDAH mixto, en el cual el niño tiene ambos síntomas de falta de atención e hiperactividad. Para diagnosticar el TDAH, el doctor de tu niño hará una evaluación, que se enfocará en su comportamiento. Examinará ciertas conductas, las cuales deben presentarse en más de un contexto, y durante un periodo de más de seis meses. Tales comportamientos deben afectar de manera negativa la vida del niño, tanto en el hogar como en la escuela y en su entorno social. 



Signos de falta de atención: 


• Fantasea y le cuesta mucho prestar atención. 


• Le cuesta mucho escuchar lo que le dicen. 


• Se distrae fácilmente de sus tareas y del juego. 


• Le cuesta seguir instrucciones. 


• Es desorganizado. 


• Pierde cosas importantes. 


• Se olvida de las cosas. 


• No quiere hacer actividades que exijan mucho esfuerzo mental. 


Signos de hiperactividad: • Generalmente está inquieto o se contorsiona, parece estar en constante movimiento. 


• Habla mucho. 


• Le cuesta participar en actividades tranquilas. 


• A menudo corre de un lado a otro y se trepa en lugares inapropiados. 



Signos de impulsividad: 


• Contesta antes de que terminen de hacerle una pregunta. 


• No tiene paciencia. 


• Tiene dificultad para esperar su turno o quedarse quieto en una una fila. 


• Actúa y habla sin pensar. 


• Se lanza a cruzar la calle sin mirar. 


• Interrumpe a otros. 



Es probable que algunas de estas conductas te parezcan conocidas. Prácticamente todos los niños se emocionan demasiado o se alteran de vez en cuando. Pero si crees que a tu pequeño le sucede esto más que a otros niños de su edad y estás preocupada, consulta con su doctor.

¿QUÉ ES EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCION E HIPERACTIVIDAD?




El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH, o ADHD por sus siglas en inglés) es una enfermedad que impide que un niño controle su nivel de actividad y sus reacciones frente a lo que sucede a su alrededor. A un niño con TDAH se le dificulta concentrarse o quedarse quieto. 

Este síndrome se manifiesta en la infancia y, por lo general, se prolonga hasta la adolescencia y la edad adulta.

La mayoría de los especialistas afirman que es muy difícil diagnosticar el TDAH en niños menores de 5 años. Esto es porque algunos de los síntomas (como la agitación y la necesidad de movimiento) son difíciles de diferenciar del comportamiento típico de los niños pequeños, que por lo general tienen mucha energía. Además, los niños a esta edad se desarrollan rápidamente, lo cual también dificulta el diagnóstico. 

Sin embargo, es importante que tengas en cuenta que los síntomas del TDAH se presentan a una edad temprana, así que puedes comenzar a notarlos cuando tu niño es todavía muy pequeño.

CUENTO DE LA HIPERCTIVIDAD.

ROL DEL PSICOPEDAGOGO

              

¿Cuál es el rol del Psicopedagogo?







A diferencia de un maestro que focaliza en el afianzamiento de contenidos escolares, el psicopedagogo busca instalar en el niño, mediante recursos compensatorios a sus problemas de aprendizaje, estrategias eficaces que le permitan aprender en forma autónoma y eficiente.


El psicopedagogo debería ser un formador de estrategas. Por lo tanto, su labor consiste en manejar estrategias, modelarlas y mostrarlas a los niños. Un trabajo exitoso se verá reflejado en el niño que aprende en forma independiente aplicando los recursos - estrategias compensatorias sin que nadie se lo pida.


Existe un amplio abanico de estrategias para cada problemática de aprendizaje. No obstante, cada niño, según su particular perfil, se beneficiará de un determinado grupo de estrategias según sea su modalidad de aprendizaje. El psicopedagogo deberá tener la experiencia suficiente para ajustar el entrenamiento a las características de cada niño.

¿QUÉ ES LA PSICOPEDAGOGÍA ?






¿QUÉ ES LA PSICOPEDAGOGÍA? 






Es la rama de la Psicología que se encarga de los fenómenos de orden psicológico para llegar a una formulación más adecuada de los métodos didácticos y pedagógicos. Se encarga de los fundamentos del sujeto y del objeto de conocimiento y de su interrelación con el lenguaje y la influencia socio histórica, dentro del contexto de los procesos cotidianos del aprendizaje. En otras palabras, es la ciencia que permite estudiar a la persona y su entorno en las distintas etapas de aprendizaje que abarca su vida.




A través de sus métodos, estudia el problema presente vislumbrando las potencialidades cognoscitivas, afectivas y sociales para un mejor desenvolvimiento en las actividades que desempeña la persona.


La psicopedagogía se desarrolla como disciplina científica a partir de la segunda mitad del siglo XX, con un enfoque interdisciplinario y combinando.